domingo, 17 de marzo de 2013

Introducción a la Kinesiología

Etimológicamente, el término kinesiología deriva del griego kinesis, cuyo significado es "movimiento" y logo, que significa "tratado o estudio". Por lo tanto, la kinesiología se define como el estudio del movimiento del cuerpo humano. Este término fue acuñado por el quiropráctico norteamericano George J. Goodheart en los años sesenta cuando empezaba a aplicar el test muscular para detectar y tratar desequilibrios estructurales. Más tarde, John F. Thie, mediante su técnica Touche for Healt (tocar para sanar), que consistía en el testeo de una rueda muscular relacionada con los meridianos de la medicina tradicional china, fueron introduciéndose otros factores de tratamiento.
 
 El ser humano se constituye dentro de un sistema biológico abierto con retos a superar, a través de la experiencia y de la toma de conciencia. Una mala resolución de estos retos o limitaciones crea un estrés que se graba en la memoria de órganos, tejidos y sistema nervioso, a través de las conexiones sinápticas que se dan entre neuronas y de la liberación de los neurotransmisores, que actúan como impulsos eléctricos. Si pensamos que el sistema nervioso, a través de órdenes cerebrales (conscientes e inconscientes), controla cada músculo de nuestro cuerpo, llegamos a la conclusión de que la respuesta o reacción de un músculo a un estímulo determinado puede darnos una información muy valiosa a la hora de entender lo que sucede en nuestro interior.

Esta disciplina permite evaluar los desequilibrios o bloqueos de una persona a nivel bioenergético, emocional, químico, nutricional, físico y estructural, mediante la observación del tono muscular y de su funcionalidad o reacción (facilitación / inhibición) ante determinados estímulos, identificando procesos subconscientes, a través de músculos o cadenas musculares dirigidas por centros cerebrales que, en esos momentos, no están sujetos a la conciencia y sus posibles soluciones a través de diferentes métodos y terapias, aplicando la más adecuada en cada caso particular. 
 
Mediante un sencillo test muscular podemos descubrir en qué órganos o sistemas hay un bloqueo o desequilibrio para poder tratarlo reestableciendo o activando el flujo de energía, teniendo en cuenta el triángulo de la salud: bioquímico, estructural y emocional. John F. Thie habla de la interacción de esta triada, considerando al ser humano desde una perspectiva integral como una unidad afirmando que "Todo lo que pensamos y todo lo que nos llevamos a la boca tiene un efecto sobre todo el organismo. Si tenemos un espasmo muscular en la cadera, la tensión resultante que imposibilita el movimiento en este área también producirá tensión en el pie y en otros músculos. Ésto dará lugar a un cambio en la postura corporal general, lo que repercutirá en la posición y el abastecimiento de los órganos internos, consecuencia que ocasionará, a su vez, cambios en la eliminación de toxinas y el estado psicológico de la persona. Pensará y sentirá de forma distinta a como lo hacía anteriormente, con lo que adoptará un comportamiento corporal y mental diferente".

Otra de las grandes ventajas de la kinesiología es que también nos permite detectar alergias e intolerancias alimentarias y/o medicamentosas de una forma sencilla e inocua, sin necesidad de agredir al cuerpo.

En lo que se refiere a las emociones, traumas, miedos, etc., que desencadenan conductas negativas o bloqueos que limitan nuestro proceso de evolución, la toma de conciencia es la clave de la transformación. A partir de ese momento, la autocomprensión y el grado de implicación, de franqueza y valor para enfrentarnos a nuestra propia verdad interior, pondrán en marcha los mecanismos psicológicos necesarios para iniciar el proceso de curación.