Después del articulo que publiqué en este blog el pasado día 31 de Marzo ( Ver artículo ), sobre el supuesto TDAH, me alegro de que, por fin, hoy haya podido salir a la luz la siguiente noticia en un medio de comunicación masiva:
Transcribo
aquí literalmente el artículo publicado hoy, 27 de Mayo de 2013, en el diario
digital Lavanguardia.com. Por supuesto, si entráis en el enlace del artículo,
veréis que no faltan comentarios de aquéllos que aún siguen viviendo en la “caverna”
o que se sienten mejor en su “zona de confort” y tampoco los de aquéllos otros
interesados en que el negocio farmacéutico no se extinga, así como el control de la sociedad (que parte de la "educación"), aunque sea a base de drogas.
"El déficit de atención en niños es ficticio,
confiesa su descubridor
El famoso
psiquiatra estadounidense Leon Eisenberg lo confesó poco antes de fallecer en
2009
Barcelona
(Redacción).-Leon Eisenberg, el famoso psiquiatra estadounidense
que descubrió el llamado trastorno de déficit de atención e hiperactividad
(TDAH), aseguró siete meses antes de fallecer en 2009 que es "una enfermedad
ficticia", según el semanario alemán Der Spiegel, que ha
recogido esta frase del prestigioso facultativo.
Desde los años
30 la medicina intenta explicar este trastorno. En aquella época los médicos
diagnosticaban a los niños nerviosos síndrome posencefálico, aunque no hubieran
tenido encefalitis.
Eisenberg, en
los 60, retomó la investigación sobre este trastorno. Su mayor logro fue
conseguir que se extendiera la idea de que el TDAH tiene causas genéticas. Ello
lleva a que desaparezca el sentimiento de culpa de los padres al pensar que los
niños nacen de ese determinado modo, lo que provoca que sea menos cuestionable
el tratamiento con medicamentos.
En febrero de
2009 confesó que los psiquiatras deberían buscar las razones psicosociales
que llevan a determinadas conductas, un proceso mucho más largo que
"prescribir una pastilla contra el TDAH", aseguró Eisenberg."
He incluído este tema tan delicado dentro de la Morfopsicología, por lo útil que resulta en este caso y también dentro de los trastornos psíquicos, sin que llegue a serlo realmente. No creo en este diagnóstico, ni mucho menos en los tratamientos farmacológicos que se están aplicando hoy en día a muchos niños sanos desde muy temprana edad.
Pasaré a explicar mi visión sobre este asunto:
Yo creo que son muy pocos los niños que realmente tienen un trastorno psíquico tan importante o perturbador como para ser tratados con fármacos, en comparación con la cantidad de casos que tenemos hoy en día en las escuelas, y lo más alarmante es que si no empezamos a tomar conciencia de lo que realmente está sucediendo el porcentaje seguirá en aumento. Simplemente, creo que se le ha puesto este nombre a una supuesta enfermedad cuyo síntoma es que el "etiquetado" y marginado niño no atiende en clase porque se aburre como una ostra y/o porque necesita descargar su energía y moverse libremente, y un niño aburrido suele ser un niño que se porta mal porque necesita moverse y descargar ese exceso de energía que tiene bloqueada dentro de su cuerpecito y no solamente no se le comprende ni se le permite hacerlo sino que además es castigado sin recreo (¡justo al que más lo necesita!), con lo cual aún se pone más nervioso, peor se comporta y menos atiende.
Por otro lado, tampoco parece haber una gran conciencia social de cómo está afectando la alimentación a nuestros hijos. Un niño activo y vital, que además está en pleno crecimiento, necesita alimentos que aporten vitaminas, minerales, proteínas, lípidos y carbohidratos de buena calidad, sin embargo, la realidad es que hoy en día la alimentación es muy pobre, aun ingiriendo grandes cantidades y predominan las grasas saturadas, los azúcares refinados y carece totalmente de ácidos grasos esenciales Omega 3 y 6, fundamentales para el desarrollo y funcionamiento del cerebro. Observando su iris, he visto en algunos de ellos señales clarísimas de intoxicación orgánica. Posiblemente, muchos casos se solucionarían simplemente corrigiendo la alimentación.
Esta situación mantenida en el tiempo genera en los niños estrés, ansiedad, angustia, apatía, irritabilidad, agresividad y, como consecuencia, desmotivación y déficit de atención.
Generalmente, el maestro o educador, que sigue el protocolo convencional, aconseja a los padres que lleven a su hijo al médico, por su bien y por su futuro escolar. Éste lo deriva al psicólogo, el psicólogo, después de largos psicoanálisis y de no saber qué más hacer, deriva al niño al psiquiatra y este último le receta el Ritalín (derivado de las anfetaminas) o algún otro antipsicótico con graves efectos secundarios, como el citado que, aunque ellos digan que son inocuos, a medio y a largo plazo, provocan drogodependencia, lesiones cerebrales con déficit de atención y de memoria (paradógico), problemas hepáticos, etc.
Mediante la morfopsicología podemos ver en la estructura del niño su adaptabilidad o no, si padece tensión o nerviosismo que le impida permanecer tanto tiempo sentado, sin moverse, en cuyo caso, deberíamos comprender que simplemente tiene unas necesidades distintas sin que por eso esté enfermo. Seguramente, necesitará ir alternando ratos de clase con ratos de recreo (salir diez minutos al patio, correr, chutar una pelota, desfogarse) para luego volver relajado y con la suficiente capacidad de atención que necesita para asimilar la clase. Muchas veces, ni siquiera se les deja salir para beber agua o ir al lavabo, cosa que en ningún trabajo ocurre con los adultos.
O tal vez es un niño sano cuyo hemisferio izquierdo (el racional) está más "dormido" que el derecho y no puede memorizar como un papagayo o su asimilación es más pasiva que activa y aprende de otra forma: mediante el juego, la participación activa en actividades, enseñándole a hacer asociaciones para que pueda memorizar mientras se divierte, con audiovisuales, incluso podría aprender historia haciendo teatro, escuchando cuentos, trabajando con sus manos, experimentando...).
Debemos interesarnos por conocer bien la personalidad del niño, sus capacidades, sus limitaciones y su tendencia natural para comprenderle, acompañarle en su aprendizaje, permitiendo que exprese lo que necesita y ofreciéndole una educación acorde con sus necesidades para que pueda desarrollarse sacando lo mejor de sí mismo, en lugar de castrarle porque él no se adapta a las nuestras.
Muchas veces (dicho por los propios profesores) son niños incluso más inteligentes que la mayoría, más creativos, entonces, ¿dónde está el problema? pues en un sistema educativo obsoleto que no admite que la sociedad está cambiando porque los niños empiezan a ser diferentes y tienen otras necesidades para su buen desarrollo. El sistema pretende que sean los niños los que se adapten a él, cuando es el sistema el que debería adaptarse a los niños. Sin embargo, el que no se adapta es castigado, marginado, etiquetado y medicado, condenándolo al fracaso y poniendo en juego su salud física y mental.
Preguntémonos ¿por qué en las escuelas de educación libre no existe el fracaso escolar?
Bibliografía recomendada:
* "Educar para ser. Vivencias de una escuela activa". Rebeca Wild
* "Los niños índigo 10 años después". Lee Carroll y Jan tober
Esta película - documental titulada "La educación prohibida", estrenada en agosto de 2012, expone el tema con gran detalle y documenta las experiencias de diferentes escuelas de educación libre, tipo Waldorf, Montessori, etc., de Argentina y España:
NEUROTRANSMISORES(*) (neurotransmisor - cualidad principal - aminoácido precursor)
FUNCIONES
SÍNTOMAS DE CARENCIA
Dopamina (energía) - Tirosina
Ganas de hacer cosas, motivación
Sueño agitado, fatiga, funciona al
ralentí (física y psíquicamente)
Noradrenalina (acelerador) -Tirosina
Acelerador, avance, memoria,
concentración
Depresión, funciona al ralentí
Acetilcolina (creatividad) - Colina
Creatividad, apertura, innovación,
intuición
Pérdida de memoria y agudeza sensorial
GABA
o ácido gamma aminobutínico (autocontrol) Glutamina
Estabilidad, coherencia, altruismo,
ponderación
Agitación mental, dificultad para
dormir, ansiedad
Serotonina (alegría, bienestar) Triptófano
Serenidad, tranquilidad, capacidad de
disfrute
Irritabilidad, impaciencia, agresividad,
humor oscilatorio, pulsiones de azúcar al final del día, dependencias
(*) Los neurotransmisores se forman a
partir de lípidos y proteínas, excepto la Pg1 que sólo viene de las
proteínas. De ahí la importancia de los AGE y de proteínas de calidad para el
buen funcionamiento del cerebro.
La ansiedad (distinta de la
depresión), se experimenta como una angustia que causa un sentimiento de
inseguridad, amenaza imprecisa, amplificación de los problemas, miedo al
futuro. Produce dificultad de concentración y de actividad intelectual.
Síntomas físicos: taquicardia, palpitaciones, sensación de opresión
en el pecho, problemas y molestias en la laringe, problemas gastrointestinales,
dolor abdominal, colon irritable, tensión muscular, calambres, cefáleas,
temblor en las extremidades, manifestaciones neurovegetativas, palidez,
calor/frío, transpiración exagerada/manos húmedas, trastornos del sueño
(agitado/pesadillas/pánico), neurosis de abandono (cuando la persona siente una
emoción positiva tiene miedo de llegar a más debido al riesgo de abandono. Prefiere
abandonar a ser abandonado para no revivir situaciones de abandono traumáticas
que quedaron sin resolver en el inconsciente).
Este cuadro no es una depresión,
por eso los antidepresivos no funcionan.
“Una
persona que no está intoxicada por un metabolismo demasiado alto y come de
manera sana siempre responderá mejor a un tratamiento psíquico, ya que su
cerebro funciona mejor”. (Dr. Max Bircher-Benner 1867 - 1939).
Existen diferentes tipos de
depresión, distintos de otros trastornos del estado de ánimo como la angustia o
la ansiedad:
Depresión serotoninérgica
El 80 - 90% del neurotransmisor serotonina
se produce en el intestino delgado y se transmite desde el tubo digestivo hasta
el cerebro de sinapsis en sinapsis, a través del sistema nervioso. Los motivos
de carencia de serotonina pueden ser diversos: barrera intestinal, utilización
periférica, degradación, barrera hematoencefálica.
La enzima que transforma el
triptófano en serotonina, junto con el hierro, el cobre (Cu) y la vit. C, se
llama triptófano hidroxilasa (5-HTP).
La metionina (inductora del sueño) es
uno de los aminoácidos esenciales que junto a las vit. B6 y B9, transforma la
serotonina en melatonina. La liberación de la serotonina entre las 2 células
sinápticas (propagación del mensaje), se llama hidroxitosis.